lunes, 7 de abril de 2014

CATARSIS


Nunca ha sido de mis actividades favoritas ir por ahí por la vida enamorándome, más bien mi actividad favorita ha sido huir y no siempre lo he logrado, pero es precisamente por esas huídas fallidas que prefiero seguir intentando huir.. No vaya a ser que desprevenida caiga en las redes de esa mujer que no quiero ser de nuevo.

Sin embargo, cabe decir que a veces cuando me siento con cabeza fría a analizar el entorno - con una de esas crisis de existencialismo que me caracterizan desde que tengo uso de razón- me doy cuenta que existen personas que le mueven a uno el alma de una manera tan sútil que es imposible siquiera notarlo cuando uno está tan ocupado haciéndose el loco y sosteniéndose a sí mismo que no sientes lo que en realidad sientes ¡Vaya tontería!
Y es entonces cuando empiezo a recapitular, esa mirada, esa sonrisa, otra vez la mirada, uno de sus tímidos abrazos o uno de esos besos salidos de la nada que hizo que se me escaparan mil sonrisas y que aún hoy cuando lo pienso, sonreír es el único camino, o como cuando me comí un chocolate pensando que quería guardarle o las veces que escucho una canción y sólo se me pasea su nombre por la cabeza mientras canto… Si supiera él qué canciones me lo traen a la cabeza, fijo hubiera huído pensando que soy una enamoradiza peligrosa…

Pero no, no estoy enamorada, sólo me planteo la posibilidad de querer estarlo de él, de ese que no deja ver qué pasa en su interior, el que me mira con ojitos lindos pero no pronuncia una sola palabra de lo que su mirada dice, de ese que ve la vida tan distinto a mí y a ese al que quiero apachurrar cuando lo veo, como sólo me pasa con mis personas favoritas en el mundo; ¡Ah bueno! Él es una de mis personas favoritas en el mundo desde esta teoría (y eso si que es complicado de ser). ¿Estoy condenada a ser una mujer más del común de esas que sólo añora lo imposible? Ja! Y yo que me jacto de parecer un niño… ¡Pues eres una niña!- Me grita la vida mientras se ríe de mí y yo la miro a los ojos y me río con uno de esos ataques inaguantables, sí, soy una niña.

4 incisos y ya hemos avanzado, ya por lo menos no huyo de esa auto denominación de mujer del común de la que muchas hemos huído, y ya que soy una niña de esas del montón que sueña las mismas pendejadas que el resto, pues sencillamente tocó aceptarlo, me quiero enamorar de él porque no hay camino distinto a ese o emprender ya mismo la huída, cosa que pretendo hacer, pero que en el fondo, no quiero hacer; fácil, es que si él me da una razón, arriesgaría mi muy bien ganada zona de confort y me lanzaría al barranco de esa mujer enamorada que  no me gusta ser, pero que podría ser que él mereciera tener; sin embargo, como buena mujer del montón, el objetivo del chico no es ese, es más, podría jurar que quiere tanto como yo, que los sentimientos mueran y que nadie se entere, aunque podría jurar (y este si no es en vano) que él tiene más miedo que yo de confiar en la gente y que por lo tanto, está peor que yo camino a su zona de confort.


Es decir amiga conciencia, sos una vieja más del montón, una de esas a la que le gustan los hombres que te dejan en la friendzone. Reíte de vos misma y seguí como siempre, que estoy segura que tu vida te encanta tanto como a mí, la que se cree niño!

No hay comentarios:

Publicar un comentario