Nunca ha sido de mis actividades
favoritas ir por ahí por la vida enamorándome, más bien mi actividad favorita
ha sido huir y no siempre lo he logrado, pero es precisamente por esas huídas
fallidas que prefiero seguir intentando huir.. No vaya a ser que desprevenida
caiga en las redes de esa mujer que no quiero ser de nuevo.
Sin embargo, cabe decir que a
veces cuando me siento con cabeza fría a analizar el entorno - con una de esas
crisis de existencialismo que me caracterizan desde que tengo uso de razón- me
doy cuenta que existen personas que le mueven a uno el alma de una manera tan
sútil que es imposible siquiera notarlo cuando uno está tan ocupado haciéndose
el loco y sosteniéndose a sí mismo que no sientes lo que en realidad sientes
¡Vaya tontería!
Y es entonces cuando empiezo a
recapitular, esa mirada, esa sonrisa, otra vez la mirada, uno de sus tímidos
abrazos o uno de esos besos salidos de la nada que hizo que se me escaparan mil
sonrisas y que aún hoy cuando lo pienso, sonreír es el único camino, o como
cuando me comí un chocolate pensando que quería guardarle o las veces que
escucho una canción y sólo se me pasea su nombre por la cabeza mientras canto…
Si supiera él qué canciones me lo traen a la cabeza, fijo hubiera huído
pensando que soy una enamoradiza peligrosa…
Pero no, no estoy enamorada, sólo
me planteo la posibilidad de querer estarlo de él, de ese que no deja ver qué
pasa en su interior, el que me mira con ojitos lindos pero no pronuncia una
sola palabra de lo que su mirada dice, de ese que ve la vida tan distinto a mí
y a ese al que quiero apachurrar cuando lo veo, como sólo me pasa con mis
personas favoritas en el mundo; ¡Ah bueno! Él es una de mis personas favoritas
en el mundo desde esta teoría (y eso si que es complicado de ser). ¿Estoy
condenada a ser una mujer más del común de esas que sólo añora lo imposible?
Ja! Y yo que me jacto de parecer un niño… ¡Pues eres una niña!- Me grita la
vida mientras se ríe de mí y yo la miro a los ojos y me río con uno de esos
ataques inaguantables, sí, soy una niña.
4 incisos y ya hemos avanzado, ya
por lo menos no huyo de esa auto denominación de mujer del común de la que
muchas hemos huído, y ya que soy una niña de esas del montón que sueña las
mismas pendejadas que el resto, pues sencillamente tocó aceptarlo, me quiero
enamorar de él porque no hay camino distinto a ese o emprender ya mismo la
huída, cosa que pretendo hacer, pero que en el fondo, no quiero hacer; fácil,
es que si él me da una razón, arriesgaría mi muy bien ganada zona de confort y
me lanzaría al barranco de esa mujer enamorada que no me gusta ser, pero que podría ser que él
mereciera tener; sin embargo, como buena mujer del montón, el objetivo del
chico no es ese, es más, podría jurar que quiere tanto como yo, que los sentimientos
mueran y que nadie se entere, aunque podría jurar (y este si no es en vano) que
él tiene más miedo que yo de confiar en la gente y que por lo tanto, está peor
que yo camino a su zona de confort.
Es decir amiga conciencia, sos
una vieja más del montón, una de esas a la que le gustan los hombres que te
dejan en la friendzone. Reíte de vos misma y seguí como siempre, que estoy
segura que tu vida te encanta tanto como a mí, la que se cree niño!
No hay comentarios:
Publicar un comentario